miércoles, 9 de septiembre de 2009

Deseando Amar: La película como estado emocional


Nota: una disculpa por la errática frecuencia de actualizaciones a la página en los últimos días. La combinación de una inusual carga de trabajo, y un reciente cambio de casa (misma que aún no cuenta con Internet) han sido parte de los motivos. Scorsese nos cederá su miércoles el día de hoy. Más tarde en la semana hablaremos de él.


Deseando Amar (Wong Kar Wai, 2000), más que una historia, nos presenta un estado de ánimo. La cinta está ambientada en una versión de Hong Kong en los sesentas, y nos presenta a dos personajes que rentan cuartos en departamentos vecinos: El Sr. Chow (Tony Leung), un articulista en un periódico local, y la Sra. Chang (Maggie Cheung), una secretaria. Ambos son atractivos pero callados y solitarios- sus respectivas parejas siempre están de viaje. Un día salen a cenar juntos, y se dan cuenta de que ambos saben que su pareja está teniendo un romance con la del otro. Entonces deciden empezar una relación.



A partir de este momento, la película –siguiendo una línea narrativa muy tenue- nos sumerge en la emoción de los protagonistas. Una sensación de tristeza y fatalismo los envuelve. Y sin embargo, es ese sentimiento el que los mantiene juntos, y el que los convence de que su relación no puede perdurar.


Ésta es una película difícil de explicar con palabras, porque es una experiencia totalmente sensorial: la cálidas imágenes del director de fotografía, Christopher Doyle, nos involucran emocionalmente, pero nos mantiene alejados de la acción, como voyeuristas. El diseño de producción y vestuario, y edición de William Chang nos envuelve en un mundo que, a pesar de un ligero aire de irrealidad, se siente inmediato y táctil. El ambiente es redondeado con las selecciones musicales, cuyas notas tocan los sentimientos precisos.


Si la película se siente más como una exploración emocional y menos como una historia, es precisamente por la forma en que fue realizada. Wong Kar Wai definió la locación y el período en el que tendría lugar la acción, pero no escribió un guión. Más bien decidió trabajar con un crew pequeño que facilitara un ambiente de intimidad, y recurrir a dos excelentes actores con los que ya había colaborado (juntos y por separado), en los que tuviera la suficiente confianza para que la historia se fuera descubriendo durante el rodaje.


Éste es un método arriesgado que no siempre funciona –como en el caso de New York, New York (Martin Scorsese, 1977). Pero en este caso se pagó con creces, especialmente porque el Wong Kar Wai decidió crear un ambiente íntimo y de exploración, dando preferencia a la atmósfera emocional sobre la narrativa.




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2 comentarios:

  1. excelente película! el vestuario es bellísimo y la música realmente crea un ambiente intimo y ligero...

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  2. Se ve increíble esta película, la veré! gracias Guido!

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