viernes, 7 de agosto de 2009

El amor según Nick Cave


Nick Cave formó The Bad Seeds en 1984, tras la disolución de su banda previa, The Birthday Party, el año anterior. Y como líder absoluto de la banda, Cave se dio a la tarea de seguir explorando sus temas favoritos, como el amor, la muerte, una visión gótica del oeste americano, y su conflictiva relación con el cristianismo. Aunque Cave tiene una clara influencia de numerosos artistas como Elvis Presley, Leonard Cohen o Tom Waits, me parece que, espiritualmente, podría emparentársele más con alguien como Johnny Cash, quién también fetichiza en su música el amor, la religión, la violencia y la muerte. Además, Cave asume una clara influencia (sin entregarse a ello) del sonido country, que ha Cash le voene de origen, pero que Cave –australiano de nacimento- asumió conscientemente.

En el apropiadamente titulado Let Love In (1994), el tema principal es el amor. Sin embargo, siendo Nick Cave, las canciones no son precisamente dulces o románticas. Más bien nos presenta una visión neurótica del amor, en el que el sentimiento se ve íntimamente ligado a emociones como el dolor, la angustia y el miedo, así como a la violencia sexual y a la muerte. Cave llevaría estas obsesiones a niveles conceptuales más altos en Murder Ballads, al año siguiente. Pero como una colección de canciones, Let Love In es más sólido: La inseguridad que provoca el amor en Do You Love Me?, la culpa en Thristy Dog, la violencia en Loverman, el dolor de la perdida en Ain’t Gonna Rain Anymore, o la perturbadora historia de un despertar sexual enraizado en una necesidad afectiva distorsionada en Do You Love Me? (Part 2)

Otras canciones que no tratan explícitamente sobre el amor, pero encuentran un lugar cómodo en el disco son la maniática y enfermiza Jangling Jack, y la mejor canción del disco: la amenazadora Red Right Hand. La única canción en la que Cave parece encontrar algo de paz es en Lay Me Low, en la que especula sobre lo que pasaría después de su muerte.

El sonido del disco es perfectamente apropiado: atmósferas oscuras, en el que los instrumentos básicos se ven aderezados con elementos como campanadas ominosas y órganos tenebrosos que crean una especie de versión oscura del lejano oeste. En conjunto, los instrumentos crean un vívido ambiente que pareciera introducirnos a alguno de los oscuros mundos literarios creados por Cormac McCarthy. No por nada el crítico de cine Roger Ebert comparó la cinta The Proposition (John Hillcoat, 2005) –escrita por Cave y musicalizada por él mismo junto con su socio en The Bad Seeds, Warren Ellis- con la Novela Blood Meridian (1985), de McCarthy, y la próxima película de Hillcoat, The Road, está basada en una novela de McCarthy y también será musicalizada por la dupla Cave/Ellis.

Todos estos elementos hacen sonar a Let Love In como un disco pesado y deprimente. Y aunque su contenido sí es oscuro, todo el material se maneja con mucho sentido del humor. De esta manera, sin caer en la broma o en la parodia, Nick Cave and the Bad Seeds crean una obra maestra del humor negro. Esto no mitiga el dolor que permea el disco, sino que lo hace tentador y apetecible.






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